Los tres micos de la playa ( publicado en Portada mayo 2023 )


Tenía los pies helados, pero era la sensación deseada. Sentada en las rocas, me había descalzado

dentro del mar, cosas de la circulación venosa, y observaba como el sol se escondía enfrente de mí en un desorden de colores entre amarillos, grises y rojos, que borraban el azul del cielo y se reflejaban en el agua.

Vino a mi mente que esta playa se llama de los Tres Micos porque alguien apellidado Soldevila había colocado en la fachada de su casa una imagen de aquellos tres monos sabios, Mizaru. Kikazaru y Iwazaru, uno haciéndose el ciego, otro el sordo y el último, el mudo, y esa imagen definió aquel rincón en ese momento tranquilo y silencioso. A lo lejos se veían humanos con alas de colores, pero no les oía, y tampoco les dije nada. Sólo moví los pies, reno- vando el frescor del agua y desvié la mirada hacia la espuma ligera que generaron mis movimientos. Contemplé el ocaso hasta que la oscuridad se cernió sobre todo lo que se podía ver; el mar se había vuelto negro, o gris marengo, y el leve burbu- jeo, gris claro. Hora de irse. Y, de camino a mi destino, una vez secos y calzados los enrojecidos pies, pisé las baldosas en las que descansan los tres monos, me detuve y recordé el chiste gráfico del gran Chummy Chúmez que recitaba que "los derechos humanos son tres: ver, oír y callar". Y pensé.






Flor en el suelo

Y murió la flor que un día fue acogida como un regalo y pasó a ser basura. La metamorfosis que convierte la ternura en realidad

Lorca ( 5 de junio )

 Fue en Granada,

un cinco de junio

 se encendió una luz 

de sangre y sombra, 

de luna verde y sueño.

 Y en treinta años

palabras rotas

 muerte cegadora

noche de balas y puñales.

Hoy nació Federico, 

después murió Lorca.