Cuento de Navidad

Al Sr. Scrooge se le aparecieron tres espectros y cambió durante el resto de su  vida, a nosotros se nos aparecen durante todo el año, y ni los percibimos:
Colas interminables de personas refugiadas huyendo de la guerra, hospitales de campaña sin medicamentos, y, sin ir tan lejos de nuestra geografía, gente que ha perdido sus hogares, niños hospitalizados por malnutrición, personas en cuya cara  no hay otra cosa que no sean lágrimas... No, no es una feliz Navidad, independientemente de que seamos ateos y la felicitemos porque está en el ambiente; no es una feliz Navidad la que pueda contabilizar un niño o una niña sin un juego, un anciano abandonado, un enfermo de soledad, un perro en la calle. No es una feliz Navidad esa que, detrás de luces de colores, esconde una podredumbre que ya no tiene hedor, así de enquistada está....
 Sin embargo, a algun@s,  nos quedan los buenos anhelos, los cargados de ternura, los colmados de sonrisas, y el mío es que toda esa bondad ( aunque sea irrealizable ) se convierta en realidad.