Cuanto más te veo
menos estás…
Te ausentas lentamente
sin saberlo.
Ignoro si eres mi padre
o un niño viejecito
que juguetea con Muerte
sin saberlo.
Es cruel el bisturí,
inútil el suero,
asesino el diagnóstico
y tú, sin saberlo…
Desde aquí ves margaritas
cielos verdes y amarillos,
pero hay cipreses negros
más allá
y tú… sin saberlo.
Las horas son ya como años
ya ni existen los momentos,
tu reloj de sol se va apagando
y tú sin saberlo.
Y no cesa esa muerte lenta
aquí, en tu vientre pequeño,
esa sombra quiere ahogarte
y tú sin saberlo.
Y oigo dentro de mí
mi voz que clama en silencio
y escucho gritos mudos
que ruegan por tí al cielo
frases ininteligibles
que dicen que estás muriendo
y tú, con tu leve sonrisa,
como siempre….
… sin saberlo.